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Mis ojos no pudieron ver el inicio de su vida,
entre el concreto y el nublado cielo de Lima.
Aquella ciudad le vio nacer en aquel 23 de mayo
del año 1949, aquellos tiempos no volverán.
El tiempo atestiguo y grabó por completo sus caminos,
aquellos pasos, recuerdos y historias que se fueron
desencadenando en su vida bibliográfica;
desde niño, adolescente, joven, adulto y anciano.
No pensé vivir para ver el viaje de un expresidente.
Cuando el manto negro de la muerte,
cubre a quien en su momento fue un líder.
La gente de un pueblo soñador se siente opacada
Muchos lo juzgan y critican sus cauces por donde andaba,
se cuestionan ¿si fue grata o cruel su partida?
Muchos lo defienden y sollozan su desenlace,
se preguntan ¿Dónde quedará su partido político?
¿Dónde quedarán sus ideales? ¿Quién seguirá su camino,
sus pasos y sus sueños perdidos? en un horizonte lejano.
Muchos recordarán sus grandes virtudes y hechos vividos
Muchos despreciaran sus malos pasos y errores cometidos
Yo resaltaría el gran orador que fue en su momento.
entre el concreto y el nublado cielo de Lima.
Aquella ciudad le vio nacer en aquel 23 de mayo
del año 1949, aquellos tiempos no volverán.
El tiempo atestiguo y grabó por completo sus caminos,
aquellos pasos, recuerdos y historias que se fueron
desencadenando en su vida bibliográfica;
desde niño, adolescente, joven, adulto y anciano.
No pensé vivir para ver el viaje de un expresidente.
Cuando el manto negro de la muerte,
cubre a quien en su momento fue un líder.
La gente de un pueblo soñador se siente opacada
Muchos lo juzgan y critican sus cauces por donde andaba,
se cuestionan ¿si fue grata o cruel su partida?
Muchos lo defienden y sollozan su desenlace,
se preguntan ¿Dónde quedará su partido político?
¿Dónde quedarán sus ideales? ¿Quién seguirá su camino,
sus pasos y sus sueños perdidos? en un horizonte lejano.
Muchos recordarán sus grandes virtudes y hechos vividos
Muchos despreciaran sus malos pasos y errores cometidos
Yo resaltaría el gran orador que fue en su momento.
Si uso el arte de la palabra para unir o convencer,
solo él sabe si logró unir o desintegrar un país
En plena crisis económica y social que vivió el Perú.
En su primer mandato bisoño de los años:
1985 hasta 1990, cuando yo aún ni respiraba.
Aceptemos la justicia peruana no es parcial
Aceptemos que todos cometemos errores
Este pensamiento es completamente social
No somos Dios para juzgar o matar.
Aceptemos también que todo en la vida se paga
Yo recuerdo como el profesor de comunicación integral,
decía: Alan García es el mejor orador del Perú,
que con sus palabra lograba convencer a la multitud.
Ahora que su respiración se detuvo entre sus manos
y el enigma de su trágica decisión.
Todos somos como los árboles
que dan buenos y malos frutos.
No podemos negar
que hizo buenas obras en su gobierno,
pero también no podemos afirmar
que todos somos perfectos.
Pero como el dinero compra,
vendemos nuestra ética.
Sus buenos y malos actos
grabados estarán en sus recuerdos.
Para la familia García que está triste por su ausencia,
tengan todos ustedes, mi sincera condolencia...
solo él sabe si logró unir o desintegrar un país
En plena crisis económica y social que vivió el Perú.
En su primer mandato bisoño de los años:
1985 hasta 1990, cuando yo aún ni respiraba.
Aceptemos la justicia peruana no es parcial
Aceptemos que todos cometemos errores
Este pensamiento es completamente social
No somos Dios para juzgar o matar.
Aceptemos también que todo en la vida se paga
Yo recuerdo como el profesor de comunicación integral,
decía: Alan García es el mejor orador del Perú,
que con sus palabra lograba convencer a la multitud.
Ahora que su respiración se detuvo entre sus manos
y el enigma de su trágica decisión.
Todos somos como los árboles
que dan buenos y malos frutos.
No podemos negar
que hizo buenas obras en su gobierno,
pero también no podemos afirmar
que todos somos perfectos.
Pero como el dinero compra,
vendemos nuestra ética.
Sus buenos y malos actos
grabados estarán en sus recuerdos.
Para la familia García que está triste por su ausencia,
tengan todos ustedes, mi sincera condolencia...
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| Figure 1. El adiós a un orador verso I - sybcodex.com |
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