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Llegó el manto negro
de la noche asomándose por mi casa, cené y di las buenas noches a mis padres.
Caminamos con mi hermano cada uno a su cuarto.
—Hermano ¿Qué sucederá hoy en nuestros sueños?
—No lo sé hermano Deo,
pero
el único límite lo tenemos nosotros.
—Tienes razón hermano, si podemos actuar,
con
pleno uso de razón todos los días,
también de seguro podemos crear
nuestros
propios sueños.
—No es tan fácil como decirlo, Hermano,
los seres humanos al parecer controlamos todo,
pero
la mente es un universo infinito por conocer.
—Si hermano, pero no todos pensamos de esa
forma,
nos gusta vivir y creer en lo que vemos y
tocamos,
dejamos de lado cosas nuevas y poco
exploradas.
Con una palmada en la espalda le digo.
—¡Hora de dormir Deo!
—Okey si es tarde, hermano,
espero
me cuentes tu sueño mañana.
—De ley hermano ¡No sería interesante los
sueños!,
sí nunca
los cuentas.
Me acuesto en mi
cama, cierro los ojos y en el silencio de una noche estrellada. Los sonidos de la
calle y del campo se alejan, llegan imágenes a mi mente, tratando de invitarme
a un sueño inolvidable en el que caigo rendido.
Veo un campo
verde donde el sol brilla con una intensidad alegre, trato de moverme
libremente, como de autor de película se tratase, consigo moverme un poco dando
pasos lentos.
Este cuerpo es
prestado digo en mi mente, es un avatar para sueños y mi consciencia es su
mente. Yo soy quien lo maneja, a pasos lentos empecé a dirigirme hacia un río que
rodeaba el campo.
Miré el agua, con las
ganas de ver cómo es mi rostro en este sueño quedó sorprendido al ver, que no
era el mismo rostro que tenía en la vida real. Tenía una barbilla grande como
los faraones ¿Cómo ello era posible? si en mi vida normal solo tengo bigotes.
Al tener tanta
consciencia, sobre lo que sucedía, tenia miedo de despertarme. Observé peces de colores
al lado del río que giraban en círculo, el agua era tan transparente que nada
se podía ocultar.
Mirando a los peces
me pregunté, ¿qué raro lugar? Jamás he visto un paisaje semejante o existirá en algún lugar de la tierra que aún no he conocido, pero quizá solo está sea la
primera vez que puedo ver semejante naturaleza y que solo en mis sueños existe.
Luego de tanta filosofía, ¡vamos a vivir este sueño! Tal vez no lo vuelva a tener. Miré al frente de mí, pasando el río; una casa de ladrillos bien terminada, tenía ventanas grandes, puertas de madera de roble y un hermoso muro de flores que lo rodeaba.
Será que en ese lugar vivirá una princesa, me entró una curiosidad incontrolable, de un salto nade en el río cristalino no me importó que el agua estuviese helada.
Lo único que me importaba era saber ¿Qué cosa misteriosa ocultaba esa casa?, faltando poco para llegar a la orilla, me imagine que con solo pensar en volar, lo haría. Mientras aún nadaba sentía que dé a pocos mi cuerpo se suspendía en el aire, a estilo de superhéroes. Medité de tal increíble logro, que todo en el sueño es posible.
Aún estoy mirando todo desde el aire, con miedo de caer al suelo o despertar, deje de pensar en tales finales para esta historia y descendí al suelo de manera inaudible como lo hacen las nubes.
En sueños inolvidables, Parte II - sybcodex.com |
Aviso: Contenido literario
lleno de ficción, de subjetividad e imaginación nada es científicamente
creíble.
Autor: Sybcodex (Joel
Sotelo Bustamante)
Título del libro: «Un
sueño inolvidable - El planeta Mindend»
Título del capítulo: El
planeta Mindend - Capítulo II
Número de corrección: II
Escrito en
el año: 2019
Tienda online de libros: 👉
Book Shop
©Todos los derechos reservados al autor.
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En sueños inolvidables I
Género narrativo
Libro Un sueño inolvidable - El planeta Mindend
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