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¡Qué
tal ! aliadas y aliados de Sybcodex Blog,
les comparto la reflexión para valorar y poner siempre a la familia primero. En
estoy últimos años el presidente de la República de El Salvador, Nayib Bukele,
es una persona que está rompiendo paradigmas y anunciando grandes cambios para
su país, pero la historia que enunciare en este artículo radica cuando él; le
contesto al dueño de un periódico del San Salvador: luego que este anunciara
ataques, contra el honor de su esposa.
Puedes leer el gran mensaje que se interpreta en las
siguientes porciones de aquella carta. Los párrafos dan muestra del inmenso
amor y de lo mucho que significa su esposa en su vida.
“Sr. Dutriz (dueño de La Prensa Gráfica), hoy usted cruzó
una línea que no debió cruzar…
Entiendo que se haya molestado porque exigí que pagara
impuestos. Mi padre, el Dr. Armando Bukele, una mente brillante que nuestro
país y mi familia perdimos hace unos meses, siempre me dijo que a un hombre
embebido en la codicia podían matarle un hijo, podían tocarle a su mujer, pero
jamás iba a permitir que se acercaran a su bolsillo. Usted, como hombre de
codicia, jamás me perdonó que le exigiera pagar los impuestos que por ley no
paga...
Entiendo que me acuse con ridiculeces, como que uso a veces
la gorra para atrás. Entiendo que me ataque con mentiras y que afirme cosas que
no han sido probadas en ningún lado... Pero hoy usted cruzó una línea que no
debió cruzar, y en sus ataques viscerales atacó a mi esposa, mi compañera.
Atacó sin motivo, y con otra falsedad al amor de mi vida.
Para usted Sr. Dutriz, tal vez el amor no es importante. No
se con que ojos verá usted a su esposa (no me quiero meter en eso, porque no me
convertiré en usted), pero los míos brillan cuando veo a la mía. Esa mujer
bella, inteligente, culta, doctora en psicología prenatal, bailarina de ballet,
pero sobre todo: hermosa por dentro.
Esa mujer, Sr. Dutriz, no solo es mi esposa, es mi
complemento, y yo el de ella. El que vote por mi para un cargo público sabe que
ella viene en el paquete. Así somos, un equipo, desde hace 12 años, cuando nos
conocimos.
Cuando creamos la Secretaría de la Cultura, ella hizo casi
todo el trabajo, sin cobrar ni un centavo, sin ganar nada más que la
satisfacción de hacer algo por el país y la cultura. Al final, yo di el
discurso y me llevé los aplausos. Pero los aplausos no los merecía yo, sino
ella.
Ahora, ella hizo casi todo el trabajo para que lanzaremos la
Secretaría de la Mujer, de nuevo, sin ganar nada. Pero esta vez pensé que, al
menos, ella merecía los aplausos, no yo. Así que le pedí que diera el discurso.
Y ella lo dio. Y fue un discurso magnifico, puro, digno y del corazón.
Esta carta formalmente va dirigida a usted, pero no es para
usted, usted no va a cambiar. Esta carta es para el resto del pueblo
salvadoreño, que han descubierto la clase de ser humano que es usted, y que
poco a poco, descubren la clase de ser humano que es Gabriela, la mujer de la
cual me enamoré.
Váyase a su casa Sr. Dutriz, cuente su dinero que no pagó en
impuestos. Yo iré a la mía, a ver a mi esposa con el mismo brillo con el que la
veo desde hace 12 años”.
Quiero agregar aquí parte de un texto bíblico: "El que
ama a su mujer, a sí mismo se ama. Efesios 5:28”. Lo que se puede concluir que
el que no se ama a sí mismo, no ama a su esposa.
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Figure 1. Bukele defiende el honor de su esposa - sybcodex.com |
Referencias
Google (Flickr | Licencia creativecommons, 2021). Ilustración de este artículo. [Figure 1]. Recuperado de https://images.app.goo.gl/V3kNTSvP4VJMKpQZ8
Redactor: Sybcodex (Joel
Sotelo Bustamante)
Categoría: Consejos
Título del artículo: Nayib Bukele defiende el honor de su
esposa, reflexión
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©Todos los derechos reservados al
autor.
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